martes, 30 de junio de 2015

MÓDULO 7: CÓMO HACER QUE LOS ALUMNOS SE IMPLIQUEN EN LAS TAREAS DE INTERACCIÓN ORAL


Este módulo plantea la reflexión acerca de qué tipo de motivación es mejor para fomentar un aprendizaje efectivo de la lengua: el sistema de proporcionar a nuestros alumnos recompensas o hacer que algo les resulte interesante y divertido, y que sea todo un reto, ya que se ha demostrado que esperar recibir un premio reduce la creatividad de los estudiantes al no estar dispuestos a correr riesgos por querer obtener esa recompensa. Lo ideal sería encontrar el equilibrio entre aquello que nos sirve como fuente y como premio al mismo tiempo.
 
He aprendido que para fomentar la motivación intrínseca es necesario diseñar una clase que establezca un sentido de pertenencia al grupo (la influencia social inspira para actuar y ayuda a afrontar los desafíos), porque así se facilita la comunicación y la colaboración, y se estimulan las oportunidades de aprendizaje activo, dando lugar al aumento de la confianza y seguridad.
 
Un concepto que me ha parecido muy importante es el del profesor como facilitador del aprendizaje: no se trata de hacer preguntas a nuestros estudiantes y esperar que respondan correctamente (ya que esto genera una situación altamente estresante), sino de prepararlos ofreciéndoles un modelo de respuesta antes de formular cualquier cuestión y que conversen entre ellos, no directamente ante el docente y expuestos al silencio de toda la clase. Así practicarán preguntas y respuestas, ganarán confianza y estarán más preparados para actuar en el futuro, considerando los errores no como algo negativo, sino como parte del proceso de aprendizaje. Además, en un entorno en que se interacciona por parejas y en grupo aquel alumno que tiene más conocimientos y/o mayor facilidad para aprender ayudará al que más lo necesita. Esto fomentará su autoestima, evitará que se distraigan, desconecten y que se aburran y, por ende, se estará estimulando su motivación intrínseca.
 





MÓDULO 6: TAREAS GRAMATICALES. REFLEXIÓN Y PRÁCTICAS EN UN ENFOQUE COMUNICATIVO EXPERIENCIAL


Gracias a este módulo he podido comprobar la importancia de la enseñanza explícita. No es suficiente con mantener el enfoque en la comunicación y los alumnos por sí solos no son capaces de inferir el funcionamiento de ciertas estructuras. Para aprender algo es necesario haberlo apercibido antes, por ello debemos proporcionarles actividades donde las estructuras con las que queremos trabajar sean algo esencial para completar una tarea comunicativa. Y esto supone una forma de integrar la gramática a nuestras clases de manera inductiva, haciendo que el estudiante infiera las reglas gramaticales. Aunque, como todo, solo es aplicable en aquellas situaciones que podamos ver que funciona y no con todas las estructuras. Aquí se destaca el papel funcional de la gramática: no podemos esperar que nuestros estudiantes hablen perfectamente, sino que tenemos que priorizar aquellos aspectos frecuentes y necesarios que no podrían serles accesibles sin la ayuda del profesor.

Esto está directamente relacionado con la corrección de errores. No podemos pretender que un estudiante comprenda, recuerde y produzca una regla nada más explicársela; asimismo, antes de corregir un fallo debemos asegurarnos de que el alumno sabe cómo funciona aquello que hemos corregido. Si no ha entendido bien la regla, tendrá fallos y si solo nos dedicamos a corregirlos esto le causará estrés, frustración e inhibición, impidiendo que se comunique. Por lo tanto, deberemos centrarnos en corregir aquellos errores más perjudiciales para la comunicación y los que tengan mayor probabilidad de fosilizarse.

Me ha gustado la comparación que se hace entre el estudiante-atleta y el profesor-entrenador, ya que nuestra labor no puede consistir en explicar una cosa y desentendernos, debemos estar ahí guiando el proceso y recordando al alumno qué regla tiene que aplicar sin interrumpirlo para dar explicaciones que puedan llegar a confundirlo.
 
 

Fuente de la imagen: http://significado.net/gramatica/
 
  

MÓDULO 5: GAMIFICACIÓN Y FLIPPED LEARNING


En este módulo he aprendido a aplicar la tecnología en su justa medida a una enseñanza más centrada en el alumno puesto que, gracias a los medios digitales, hoy en día podemos orientar nuestras clases a experiencias multisensoriales, convirtiendo tanto a alumnos como profesores en los que producen conocimiento en vez de ser solo consumidores. Y si unimos estas dos premisas, podemos invertir nuestras clases para ganar motivación y hacer que sean los estudiantes los que adquieran un rol más activo y participante.

Lo más interesante de este enfoque es la idea de considerar que las clases empiezan fuera del aula, proporcionando a nuestros alumnos materiales digitales que consistan en todo aquello que necesitan para la interacción y la discusión en el aula, para que los trabajen de forma autónoma, y no como deberes para casa, como se venía haciendo hasta ahora. La autonomía implica una responsabilidad en la preparación previa y un trabajo colaborativo para que el aprendizaje se lleve a cabo. Los estudiantes tienen flexibilidad para trabar donde quieran y cuando quieran, utilizando el tiempo de las sesiones presenciales para explorar los temas con más profundidad, preguntar dudas y hacer actividades con otros compañeros y con el profesor, el cual puede prestarles una atención más personalizada al eliminarse las clases magistrales donde sólo él habla, dando más protagonismo y posibilidad de habla al alumno.
 
Pero invertir una clase solo será posible en determinadas sesiones, ya que la clave para que funcione está en saber combinar de forma adecuada los recursos y metodologías, teniendo en cuenta, como siempre, que cada grupo tendrá unas necesidades y objetivos diferentes. Puede proporcionar beneficios muy positivos a nuestros estudiantes, sin embargo, requiere costes y esfuerzos como toda inversión; podemos usar materiales propios o ya creados, pero si no cumplen un objetivo dentro de nuestro diseño didáctico, su uso será ineficaz. Deben ser breves y concisos, fácilmente manejables e intuitivos, y que usen herramientas conocidas por todos. Para introducir este modelo necesitamos valernos de plataformas de aprendizaje, contenidos accesibles desde cualquier dispositivo y técnicas como la gamificación, que incluyen elementos del juego así como su pensamiento aplicados a actividades de aprendizaje. De este modo lograremos captar la atención de nuestros estudiantes, al mismo tiempo que mejoraremos su capacidad de memorización mediante una adquisición de habilidades y conocimientos más experiencial.  
 

 
 

MÓDULO 4: LA CULTURA COMUNICATIVA EN UNA ENSEÑANZA COMUNICATIVA Y EXPERIENCIAL


Este módulo me ha recordado que hablar de cultura es hablar de un sistema complejo y también que el interés por la dimensión cultural es algo que viene de antiguo. Pero en la actualidad, y gracias a la aparición de mode­los de enseñanza que consideran el aprendizaje de la lengua como instrumento social de comu­nicación, no solo basta que los hablantes compartan el mismo código lingüístico ni es suficiente aprender las reglas gramaticales, sino que el contexto juega un papel fundamental y los hábitos sociales y normas de conducta se consideran indispensables para la eficacia de los actos comunicativos y para evitar malentendidos.

He aprendido que los profesores debemos reflexionar sobre los comportamientos susceptibles de ser llevados al aula y de los que no nos damos cuenta por ser rutinarios, pero que para un no nativo pueden resultar diferentes. Así pues, debemos trabajar con nuestros alumnos el conocimiento de las normas culturales y los valores o patrones culturales pertenecientes a la sociedad de la lengua que estudian. Pero al mismo tiempo, no debemos olvidar que los estudiantes vienen a nuestras clases con su propio bagaje cultural por lo que, para evitar prejuicios y estereotipos, tendremos que eludir el etnocentrismo y demostrar que las pautas de cada cultura no son universales. En vez de buscar las diferencias, será más productivo buscar las similitudes entre las distintas culturas, y una buena forma de hacerlo es por medio de actividades que generen debate pero siempre bajo el respeto y la aceptación del otro.
Precisamente lo que enfoque intercultural busca es que la diversidad deje de ser un obstáculo para la comunicación; debemos procurar que los alumnos sean capaces de mirar su cultura de forma objetiva, sin perder su identidad, y que puedan relativizarla desde la comprensión y la tolerancia hacia otras culturas.  
 

 

 

 

MÓDULO 3: CÓMO MOTIVAR A MIS ESTUDIANTES


Antes de este módulo, y por propia experiencia, ya sabía la importancia que tiene la motivación en el aprendizaje de una lengua. Aquí he aprendido a crear situaciones más motivantes en el aula, tomando como base la utilidad de la lengua, es decir, que sea algo que se pueda utilizar para hacer cosas. Como hemos visto, para que exista un aprendizaje efectivo generar un ambiente afectivamente positivo es esencial en clase porque con ello reducimos la ansiedad y aumentamos el interés de los alumnos. Sin embargo, no debemos olvidar que una actitud del profesor que muestre aceptación y empatía hacia los estudiantes también es clave para que lo afectivo conecte con lo cognitivo, pues aunque sean dos dimensiones diferenciadas, también se complementan y hay que tener ambas en cuenta para lograr más motivación en clase.
Y esta actitud está directamente relacionada con la teoría de las inteligencias múltiples, ya que nos puede servir como referente para reconocer la diversidad en el aula. Si hay varios tipos de inteligencia debe haber varios tipos de enseñanza y más oportunidades para el logro, favoreciendo la confianza, y para desarrollar la autonomía de nuestros alumnos, ya sea en grupo como individualmente. Debemos ofrecerles espacios para que nos digan cómo quieren trabajar y que faciliten la conexión con experiencias relevantes para memorizar los contenidos.
Algo muy interesante que he descubierto en este módulo han sido las recomendaciones que Schumann da para estimular la motivación de los estudiantes, por medio de tareas que tienen que ser novedosas (pero también familiares), que produzcan agrado, que sean adecuadas a los inte­reses del alumno y a sus objetivos, que consistan en algo que pueden manejar y que resulten compatibles con su autoimagen y las normas socio-culturales.
Si un estudiante está motivado en clase transmitirá a los demás esas emociones positivas (incluido el profesor, que cada día mejorará sus clases haciéndolas más motivantes), se sentirá parte de un grupo que construye conocimiento en un entorno empático y creativo, y aumentará su responsabilidad, tanto individual como colectiva, favoreciendo así no solo el aprendizaje de la lengua sino su desarrollo personal.
 
 
 

MÓDULO 2: EL USO DE LAS IMÁGENES


Gracias a este módulo he aprendido a considerar las imágenes como algo más que un refuerzo visual o un apoyo para lo escrito en mis clases, es decir, he visto cómo tratarlas como un recurso integrante de la enseñanza. Desde pequeños se nos enseña a analizar textos y no imágenes, creyendo en su valor expresivo más que en su valor comunicativo, cuando las imágenes tienen mucho poder. Pero una buena imagen puede servir  para captar la atención de los alumnos y motivarlos, para resumir un texto, describir, contar una historia, realizar hipótesis, activar conocimientos previos, simular contextos reales o para fomentar un debate, entre otros, sobre todo si les proporcionamos materiales reales, como un anuncio, una película, un grafiti, un retrato, un emoticono…

También he descubierto el concepto de “alfabetización visual”. A la hora de seleccionar las imágenes que podemos llevar al aula debemos tener en cuenta los distintos usos que les podemos dar para trabajar con nuestros alumnos que vienen con sus diferentes culturas, como el valor cuestionador ya que las imágenes pueden estar sujetas a diversas interpretaciones cuya discusión en clase puede ayudar a fomentar la conciencia intercultural y el pensamiento crítico.

Por supuesto, las imágenes siempre van a servir de refuerzo para la adquisición de vocabulario y para interpretar símbolos o iconos que pueden evocar gran cantidad de imágenes mentales. Pero además, debido a los avances tecnológicos, hoy en día disponemos no solo de una gran cantidad de imágenes (gracias a Internet), sino de la posibilidad de modificarlas y esto tiene dos aspectos beneficiosos en cuanto a su utilización en clase: por un lado, pueden servir para potenciar la creatividad de nuestros estudiantes, haciendo que sean ellos los que las creen y adquieran un mayor protagonismo en el aula, y por otro, podemos ser los docentes los que manipulemos las imágenes con un determinado fin para ayudar a los alumnos a obtener un conocimiento del mundo a través del español.


MÓDULO 1: EL ENFOQUE COMUNICATIVO EXPERIENCIAL

                      

En este módulo he aprendido a valorar la importancia de la dimensión afectiva en el proceso de aprendizaje de una lengua y cómo tratarla en el aula de ELE, ya que si creamos un ambiente afectivo y de aceptación proporcionaremos confianza y seguridad a los alumnos, favoreceremos el aumento de su interés y motivación, promoviendo su desarrollo tanto intelectual como personal, y esto va a producir que se involucren más y cooperen con los compañeros, aprendiendo mutuamente.
Como hemos visto, si solo se recuerda lo que se siente, y eso se convierte en experiencia, debemos introducir en nuestras clases actividades relevantes, es decir, que estén relacionadas con las vivencias de nuestros alumnos y que muestren una conexión significativa con el mundo real, pues únicamente que memoricen de forma mecánica no asegura su aprendizaje duradero, ya que olvidarán pronto los contenidos estudiados al no poder relacionarlos con un contexto de utilidad.
Lo que me ha parecido más interesante de este enfoque es que promueve ir más allá de las actividades pseudo-comunicativas que muchas veces presento en mis clases, por las que el estudiante practica con unas estructuras y un vocabulario previamente facilitados. Por ello, no solo basta con que nos centremos en las experiencias del alumno, sino que las tendrán que reflexionar y analizar para poderles dar sentido y que sepan conectarlas con los nuevos conocimientos para después establecer generalizaciones, de modo que se generen oportunidades para crear conceptos y actuar. Así, la experiencia previa se convertirá en algo nuevo, dando como resultado un aprendizaje significativo y duradero.